...esas...esas no volverán...

Kirchner:"FUERA BOTNIA.Viva la Patria"

En su romanticismo afectivo y tan vigoroso, pese al tiempo transcurrido, la rima de las golondrinas del español Gustavo Adolfo Bécquer, sigue encantando con sus efluvios de belleza, candor y sabiduría…aunque …esas…esas no volverán…
Después del venidero octubre -cuando la Casa Rosada ya tenga la comisaria del pueblo argentino- la Sra.Cristina hará las paces con el Dr. Tabaré.
Callarán Busti Gobernador , Irigoyen Intendente y el pizzero de Gualguaychú junto a sus gordas mateadoras de las sillas de plástico en el campamento de arroyo Verde.
Por entonces quizás ya estén encerradas y a la sombra con cargos de corrupción la Picolotti – ambientalista de la entrerriana “Ciudad de los Poetas”, la del gran Olegario J. Andrade- y la Piccelli del watercló, guarida de fétidos olores, monetarios y verdes, ricas pobres mujeres usadas para perjudicar al Uruguay y a su propia patria.
La efímera gloria de la embajadora carnavalera, Evangelina Carrozzo, la de la anatómica geografía dorsal, deberá buscar en los sueños bailarines del hielo, calor para su añorada fama de vedette politizada.
El gigante Botnia, con voracidad forestal, necesitará más pulpa y tendrá que ir a la mesopotamia argentina y se sabe que por la plata baila el mono.Y la monería plantará en las riberas del Paraná y el Carcarañá miles de quintas de eucaliptus.
Gargano políticamente expira y se revisará aquí el mejor uso de la inteligencia en los servicios exteriores
Los españoles facilitadores se dejarán de embromar que la pobre España jamás tuvo diplomáticos en toda su historia y sólo entendió el garrote de Franco que les preparó pre mortem la salida que hoy disfrutan, monarquía, economía y democracia incluídas. Si hubiese sido un brasileño o un portugués el facilitador, quizás lo cosa hubiese andado, tal los Tratados deTordesillas y de San Ildefonso así lo ejemplifican….porque esos tipos sí que la saben, buenos discípulos de los ingleses, maquiavélicos componedores de entuertos.
Los puentes se abrirán y todo volverá a la normalidad.
Pero algo no volverá… sean las golondrinas de Bécquer.
¿Quién le quitará a los niños de las escuelas el envenenamiento ideológico que se les inculcó por el gobierno desde el sillón de Rivadavia y desde las aulas de Sarmiento?
Ya lo han advertido desde el viejo Quintiliano del Siglo del Primer Emperador romano, año I de J.C., también el Barón. dee Montaigne, renacentista, en sus Ensayos sobre “La Educación de los Hijos”, Juan Amós Comenio , el checo genial de la Didáctica Magna, Rousseau a su Emilio, Pestalozzi desde Yasnaia Poliana, Dewey, yanqui pragmático del “aprender haciendo”, la italiana Dra Montessori con sus implosivas nébulas de la infancia en desarrollo , Freud y su Edipo y Electra , Piaget y Vygotzy. Lo que se aprende, lo que se introyecta, lo que se construye, en las decisivas etapas parvularias y escolares, alimenta conductas firmes, luego muy difíciles de reconvertir.
Las escuelas de la patria de San Martín, de Alberdi, de Borges, de Favaloro, de Leloir, de Quino y de otros grandes del pensamiento y de la acción, sus espúreos compatriotas enseñaron el odio hacia los hermanos del Uruguay, responsables criminales, acusaron, dijeron y enseñaron, de la muerte, del cáncer, de contaminaciones, de expulsiones prematuras de los fetos desde los vientres embrionarios embarazados.
Tarea suprema será desactivar la mentira y recomponer una fraternidad que llevó siglos, descalificada en dos años de horror y locura….esas…esas golondrinas no volverán…Por lo menos sus nidos a colgar... aunque nunca jamás en la próxima primavera.