-La Mercedaria-
Dime tú si ya te vas
No importa de dónde vienes
Solo me encanta tu armonía sublime
Y ese andar acompasado de regio tronío.
Eres la fragante dulce naranjera
Salteña nativa del basáltico Daymán
Gracia del espíritu calórico del efluvio termal
Insigne balanceo de cintura, como avispas del Uruguay.
Y en la pasarela de las áureas bellezas
Alucinan las abrileñas , coreutas minuanas
Azabaches ojos pizarra de embrujadas sierras
…exorcismo de varones, ahora recios penitentes.
De repente el milagro colonial de Manuel Lobo
Rubias helvéticas de cabelleras nacionales
Vivos ancestros de suizos cantones cruceños
Por Ginebra, Lucerna y el Vaud de mi ensueño.
Fenecía ya el espontáneo desfile natural
De helénicas Eva en mi patria oriental
Feliz coronación adventicia, fantasía de la hermosura
Y de pronto, conmoción...que arribaba ¡la ninfa de Mercedes!
***
Taciturno me encontraba cuando recordè el mito griego de la diosa Discordia, fea física y moralmente, que celosa ofrece una manzana deliciosa a quien fuera la más hermosa entre Minerva, Afrodita y Atenea. De juez actuarìa el Príncipe de Troya, Paris ( luego raptor de Helena) el que eligió a Afrodita, despertando la furia de las dos perdedoras que luego ayudaron en venganza a la causa de los griegos en la guerra de Troya.Discordia gozaba...Con lejana analogía borronée esos versos sobre bellezas a puro, para mi, divertimento.
No importa de dónde vienes
Solo me encanta tu armonía sublime
Y ese andar acompasado de regio tronío.
Eres la fragante dulce naranjera
Salteña nativa del basáltico Daymán
Gracia del espíritu calórico del efluvio termal
Insigne balanceo de cintura, como avispas del Uruguay.
Y en la pasarela de las áureas bellezas
Alucinan las abrileñas , coreutas minuanas
Azabaches ojos pizarra de embrujadas sierras
…exorcismo de varones, ahora recios penitentes.
De repente el milagro colonial de Manuel Lobo
Rubias helvéticas de cabelleras nacionales
Vivos ancestros de suizos cantones cruceños
Por Ginebra, Lucerna y el Vaud de mi ensueño.
Fenecía ya el espontáneo desfile natural
De helénicas Eva en mi patria oriental
Feliz coronación adventicia, fantasía de la hermosura
Y de pronto, conmoción...que arribaba ¡la ninfa de Mercedes!
***
Taciturno me encontraba cuando recordè el mito griego de la diosa Discordia, fea física y moralmente, que celosa ofrece una manzana deliciosa a quien fuera la más hermosa entre Minerva, Afrodita y Atenea. De juez actuarìa el Príncipe de Troya, Paris ( luego raptor de Helena) el que eligió a Afrodita, despertando la furia de las dos perdedoras que luego ayudaron en venganza a la causa de los griegos en la guerra de Troya.Discordia gozaba...Con lejana analogía borronée esos versos sobre bellezas a puro, para mi, divertimento.
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