-Vengan a nos las navajas de Ockham para cortarles las clinas a Aristóteles.-
A principios de diciembre ( 2020) el Sr. Presidente de la República adoptó una serie de disposiciones ( obligatorias) y de recomendaciones ( exhortaciones) en el preocupante despegue del Covid 19 en el país. Período en que las tentaciones imperativas pueden conducir a estimular aglomeraciones, deleite del virus para replicarse entre los humanos ante la eventual falta razonable de distanciamiento social. Confesó el Presidente que hubo posturas dubitativas a nivel de la cúpula gubernamental y del GACH ( científicos colaboradores) respecto al tema de concluir o no las clases. Era "bueno" terminar el año docente para rebajar profilácticamente los peligros de las cercanías aeróbicas para un mal cuyo vector es el aire ( por eso el uso de tapabocas y tapanarinas).Pero era "bueno" continuarlo para no dificultar las tareas laborales de los padres, por ejemplo. Todo "bueno" en una postura, pero el caso tiene necesariamente su opuesto contradictorio. Se resolvió -por el peso argumental del Presidente del Codicen Silva y del Pte. del Ministerio de Educación y Cultura da Silveira- seguir con lo poco que queda de las clases."Me convencieron", afirmó Lacalle Pou en su conferencia de prensa. Se determinó sobre el asunto que no se realizarán en tanto por este año las fiestas de Fin de Cursos que concitan en general mucha presencia de público entre educandos, docentes y familiares, etc. Lo cierto que aquí, metodológicamente, se podía aplicar un viejo concepto ejecutivo e instrumental que viene desde la Edad Media europea y debida al filósofo Ockham, pensador que se manifestaba anti aristotélico, opositor a la victoriosa Lógica del fundador del Liceo en la antigüedad grecorromana. Ockham decía " que frente a dos teorías sencillas pero muy contradictorias hay que optar por la más elemental... y cortarle los bigotes a los complicados silogismos de Aristóteles". De ahí el aforismo de "las navajas de Ockham".¡Viva lo sencillito!... cuando las cosas vienen entreveradas! Pero aquí el asunto era simple:"Sí ó No" con la continuidad de las clases a pocos días de concluir y volando, rondando en el aire escolar de ambientes techados, el virus replicante. No fue optar,actitud tan simple pese a las primarias apariencias de ordenar la culminación de las lecciones escolares. Las navajas de Ochkam quedaron en la peluquería. Un terminar ¡ya! , parece hubiese sido muy ockhamiano.(¡O no!).
Este martes anterior, ya en marzo de 2021, el Sr. Presidente –con la peste en expansión lo que asusta a muchos, que no a todos- tomó nuevas medidas ( o reiteró) de público conocimiento relativas a un plan de vacunación y al cierre de determinadas servicios como los educativos, transportistas, deportivos, gastronómicos, etc., y el intento de equilibrar necesidades con posibilidades. Por ejemplo referido a la última disyuntiva ¿Cómo conciliar el hecho de tener que trabajar para vivir y por ende comer, con aislarse socio laboralmente? Difícil de atar esas dos moscas por la “cola”.
Para colmo, en el ejercicio ejecutivo de alguna de esas medidas, pongamos el Plan de Vacunación, se han cometido algunas interferencias que lo han complejizado desde la gestión organizativa para el caso de agendar a los promitentes vacunables.
Otra vez las “Navajas de Ockham” diciéndonos que si las cosas se dificultan en un enredo, hay que ir por lo mas fácil a partir mismo desde el primario entendimiento veloz. Y lo más fácil para un gobierno ¡es gobernar! recordando que tiene el respaldo del principio de coacción, amparable jurídica y republicanamente en la Ley. Se ha ejercido, en tanto y con éxito no muy confortable, el principio de “libertad responsable”. Pero la muchachada de todas las edades no está entrenada para ser libre y responsable a la vez,produciéndose desmadres.
Vengan a nos las navajas de Ockham para cortarles las clinas a Aristóteles...y a sus complicados silogismos.
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