miércoles, 22 de abril de 2020

¿Y solo sabios en Ciencias Exactas frente a un problema también de componentes sociales?



 Los problemas  de la humanidad son eso, problemas, siempre compactos, sistémicos. Para intentar solucionarlos,  los fragmentamos –ya lo enseñó Descartes que  para abordar una dificultad hay que dividirla en partes- y  así cada parcial sección emergente  del todo indivisible extra aulas, genera una ciencia, una técnica, una destreza.
Como los políticos  se sienten superados por el  C-19, con humildad que debe ser respetada y reconocida, llamaron a  máximos sabios del país para que los asesoraran.¡Muy bien!
Por eso se creó una Comisión  con los expertos del supremo nivel nacional Rafael Radi (bioquímico), Fernando Paganini ( matemático) y Henry Cohen ( gastroenterólogo), dirigidos  por el Cr.Isaac Alfie para ordenar desde la burocracia la gestión, dándole orden y eficacia, cuestión de que no quedara en un mero voluntarismo filantrópico.
Plantearán cómo se debería  actuar frente al porvenir :mitigar o hacer  desaparecer  las acciones y  los elementos  de dificultad que quedarán  cuando  concluya   su furor destructivo y limitante  la pandemia. Esta  enfermedad  planetaria corroe la vida gregaria del hombre en su conjunto.
El voto es que le vaya bien al trio.Que  se iluminen para asesorar de la manera más precisa y funcional.
Pero entiendo que lo suyo será un aporte parcial.Es que  se movilizan dentro del problema  base  que se les asignó atender:  dar  asesoramientos desde el enfoque que  señala la epistemología  de las respectivas  ciencias exactas (y solo alguna de ellas).Aunque quedarán fuera, en esa disposición de alabada humildad presidencial al citar  asesores, ilustres  sabios de  la academia, especialistas en las  facetas comunitarias del ser humano.  La Pandemia  atacó al cuestionado saber científico, perturbado ahora al demostrársele  por esa elusiva ofensiva milmillonésima de una de la sustancias biológicas de las que poquísimo se sabe, menos aún  de sus  proteinas y azúcares SARS C.19/2.
Y la coronita no sola ataca y mata los pulmones, sino que provoca  las convulsiones sociales  que tanto nos preocupan en estos tiempos de cuarentenas y de presuntas mega  conspiraciones mundiales.
Es la hora, entonces, de antropólogos, sociólogos  y psicólogos , aptos para caracterizar conductas del ser humano ante estas fulmíneas depredaciones al hábitat, a la ecología cotidiana.
Faltan además estrategas, gente que maneja metodologías de investigación para intentar en procedimientos  proactivos, la captación de  señales  leves de futuros próximos con la intención de estar mejor preparados para adecuarnos a lo  esencial cuando llegue.
La laicidad me conmueve  y por lo menos -desde esta página-  no me animo demasiado a pensar que hasta gente de filosofia trascendente, religiosa, es necesaria en asesorías pues la realidad se interpreta con lucidez, también, desde lo sacro. ¡Un puesto de reserva para ella !
En definitiva, no es solo la hora de los números , a veces tan resbaladizos y sensibles a cosmetologías que pocean los caminos. También es el momento de las Ciencias Sociales con la primera de todas las ciencias, la Filosfía. Debe asesorarnos  algún filósofo. Después de todo,  recientemente ya uno de ellos, Zigmunt Bauman,  nos adelantó lo que se venia, la “Tierra Liquida”, en que todo se globalizaba. Todo se desparrama como el agua cuando corre y empareja en horizontalidad todos los terrenos que cubre.Chicos y grandes. Aristócratas y plebeyos.Hombres y Mujeres. Rubios y negros.Y si el simil sirve, es acuoso  el desborde que hoy nos toca y lastima a  todos los humanos del planeta, de una forma o de otra. Se vino en  una caravana de caravanitas virósicas.Y en ella,  engrosándola, estamos todos, absolutamente todos.

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