sábado, 24 de agosto de 2013

Hoy Esperanzador, el Sol de Agosto 25, Tremolando Albiceleste Cantos al Porvenir en estos Tiempos de Peripecias.


Hoy al amanecer han salido dos entes  por  esta latitud  en paralaje 35 y desde  la meridional  longitud 53 donde se cruzan ambas  coordenadas fijando la ubicación -rodante y trasladante - de mi nación.

Querida tierra de la nacencia,  tan accidental como amada, don lugareño  que alguien ignoto  me obsequió residencial en este mundo.…Sí, es mía pues en ella nací y  así también todos mis hermanos de latitud y longitud .Los que vivieron antes, los de hoy…y los que vendrán mañana.
Frío y sol. El Sol del 25, el frío del invierno.

Resacas quedan de la nostalgiosa noche  visperina. Linda:de recuerdos que “re” es “volver” y  cordio  “corazón” .Volver al corazón que, no sé aún  por qué asume  pretensión de impulsar rector  la hegemonía de los  sentimientos , musculosa  poli manguera de presión   roja cardiovascular. Pero, en fin…recordemos que es grato hacerlo como acto de supervivencia hasta que ya, cuando alguien lo disponga, no recordemos más y nos vayamos con el sitio dejado libre y vacío pero ojalá  bien  cubierto por las descendencias.
Y allí está la bandera de la nación en su día de gloria mayor.
Agosto y 25.
Mostrando el tremolar que flamea independiente, eludiendo y besando brisas en la danza de sus ritmos celestiales.
Me pasé´un vida leyendo y aprendiendo  largas historiografías que justificaban la elección calendario  de la jornada efemérica  sustentable  en las teorías de cien  legitimidades .Y otras cien actuando en el campo reactivo como despropósito de cerno  opositor e inconformista .También ellas con las brillantinas de sus respectivas  exégesis.
La otra mitad de mis años transcurrieron céleres  enseñándoles a niños, jóvenes y adultos, aquellas  razones de un lado, de un mostrador, y las adversas por otro en la dialéctica de la laica pedagogía. Sembrando dudas. ¿Son buenas las dudas? Deben serlo. Aunque a veces sus íntimas desconfianzas inhiben la producción existencial. Tantos son los sistemas de próceres universales del pensamiento  que  basan  en  ellas sus metodologías para  encontrar  epistemes, aunque un resto tan grande también de ilustres   recoja sus propias convicciones en certidumbres no expuestas a la discusión. Cogito, ergo sum. Pienso, luego existo. Nunca existiré  en tanto no piense mi conciencia.









Es asaz riesgoso  digerir que el 25 sea el Día de la Independencia con el renovado combate de las bibliotecas y sus filosos anaqueles, lanzas en ristre de las persuasiones enfrentadas. Y ahora peor, que cada vez son menos los agentes que regulan los símbolos colectivos del espíritu que hayan entrado a paliar ausencias, junto a la bancarrota de los valores educativos,  en grises toboganes agrietados de sufrir contemporáneas intemperies desfallecientes.
Las simbologías  son la representación de los mitos necesarios que nos descubren  identidad cuestión de saber por dónde caminamos  con ojos propios y no en las directrices manos de lazarillos conductores,  tan ciegos como nosotros no querríamos serlo ni estarlo. Si no  tenemos la cédula luminosa,  se nos da vuelta la tabla del racionalismo. Existo, pero no pienso….Ergo sum, non cogito.
Por eso creo en el 25. Me da aliento. Soporte.
Las  viejas y nuevas polémicas históricas sobre veracidades, autenticidades, posibilismos, probabilismos, confiabilidades, en tanto,¿dónde las alojo, pobrecitas? Es que me importan cada vez menos.
Y cada vez más, compensatorio,me emociono cuando  veo, azul y blanca solar a mi bandera nacional. Cuando se acompaña, bella, hermosa, con la musicalidad del voto que el alma pronuncia.
Cuando los augures intemporales  nos pronosticaban que seríamos juguetes  de niños mayores, nuestra hazaña fue dejar de  gatear y caminar. A tropezones tantas veces. Empujados.Traicionados.Liberándonos  y mirando  porvenires.Y lo màs importante: ¡Siendo!
Trillos de peripecias, melancolías y nostalgias. Esperanzas, triunfos  y realidades, tomados  en ruta común, éxodo del Tiempo,  a circulación alternada de generaciones de las élites, las masas y los libres, asida  la mano limpia de Clío durante estos  dos últimos siglos por los cambiantes viajeros que fueron y que ahora somos. Fue una hazaña:tan chiquitos y nos desarrollamos con algunas capacidades y algunos síndromes patógenos.
Hoy hace frío. No sólo en la piel. Nuevamente en el corazón. Los predictores de un lado anuncian ventisqueros; del otro  descubren  quizás azorados que no era tan fácil; según lo  recitaban soberbios, descifrarle a la Esfinge el  salvador enigma  probatorio. Era insuficiente  exclusivamente   el puntilleo volitivo del engañoso canto popular  y las adjuntas “plataformas reivindicativas”  de declamaciones , aquí transplantadas.
Pero ella , la República, seguirá -con torceduras firmes y durezas hercúleas de pie de quebracho bien afianzado a la tierra magna- por muchos 25 más.
¡Viva la Patria!


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