Una Agela de la Paz y la Educación en Mercedes.
Prácticamente la mitad de mi vida -ya en edad provecta- transcurrió cotidianamente en el Club de Remeros Mercedes. Fueron décadas saludables e inolvidables , de deportes y de amigos, de disciplinas conductuales que contribuyeron a formarme tal cual soy, recreaciones y amoríos iniciales, y una alforja de recuerdos que ahora afloran cuando pasan meses sin pisar la querida zona de la Zanja Padilla y el Rincón Zamora, el Gimnasio "Bellini", la sala "Viñuela", la alberca "Ferrúa",los ambientes que construyó Besozzi Albín, la fototeca.
Voy y me atrapan las nostalgias.Se han borrado nombres y rostros queridos por la natural sustitución de las generaciones. Otras caras, otras fisonomías ...aunque un mismo paisaje y un mismo espíritu de academia y de agela pedagógica .Me vienen las melancolías de una suerte de distimia...y ¡me voy de allí ! y extiendo el compromiso sólido de volver nuevamente, aunque a lapso más largo. Las evocaciones gratifican, pero duelen en el oxímoron psíquico del cíclico desarrollo vital.
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