Con Alegrías, al Rescate de Melancólicas Tristezas de un Tiempo Clausurado
Otra vez,amos de la Noche nostalgiosa.... |
24 de agosto, Dìa de la Nostalgia en el Uruguay,vispera del feriado cuando la gente sale a disfrutar a plenitud los boliches de pueblos y ciudades.
Al parecer todo comenzó con un diskjockey radiofónico de Montevideo que varió su agenda: inmovilizó en el duro invierno nacional la vigencia de los hits contemporáneos y fue a bucearlos en dècadas anteriores .En aquellos periodos de la gloria renovadora de Los Beatles, del Mayo Francès y la Primavera de Praga, de los Hippy de la flor,sexo y droga libre, del descenso en la Luna por Armostrong, del Ché, Fidel , Marley jamaiquino, los militares copando el Palacio Legislativo y las demas instituciones democráticas y hasta los Wa Wan Co de la cumbia colombiana.
Seguramente que para el carácter remolón de los uruguayos, venía una bala al tambor batiente de sus psico retornos, siempre soñadores en Edades de Oro, vacas opulentas, carne gorda y aire libre, con el enjuague clandestino, por relativamente inesperado, de una dictadura cívico castrense que duró una docena de años calientes.
Reinstitucionalizado el país, las Noches se llenaron de Nostalgias con el climax de los 24 agostinos y no sería por justificaciones y apremios céleres para esperar el cumpleaños de la Patria broncíneamente independiente en el día rojo siguiente del calendario de la efemérides mayor de la nación.
Fue por pura Nostalgia, esa triste melancolía que quería reciclarse colectivamente en hechizo común mediante reminiscencias de lo que fue, que se gozó en las brillantinas luminarias de sus esplendores a plazo fijo, apenas sabiéndose que los placeres encontrados en el tiempo no hacen concesiones persistentes, trocándose cada tanto en la convulsión de los desafectos.
Como toda efimeridad del hedonismo de un tiempo lindo y feliz, los paisajes se esfumarían, salvo las añoranzas.
En el Uruguay la crisis latinoamericana tercermundista, heterogénea en sus metrìas y regresiones, con algún resquebrajamiento en la cohesión comunitaria que siempre enorgulleció el sentimiento republicano e igualitario de los nativos de la rinconada del río Uruguay y el río de la Plata por el Oriente,quizás haya catalizado el fenómeno evocativo de obtener un contagiante bálsamo reparador.
Los recuerdos fueron consolidándose año a año en un punto de expansión tan seductora y contagiosa que las fronteras cardinales y jurisdiccionales no pudieron contener esos festivales uruguayos .La clientela mnémica del salvataje del ayer gozado y sufrido, también procedió de los países limítrofes.Revivieron pues, en síntesis, las nostalgias.
Los niños no las tienen pues no viven preteridades que desconocen siendo lo suyo, sólo, presentismo. ¡Ya las fabricarán! como hoy sus mayores!
Sí...vaya que promoverán sus propias experiencias vitales los niñitos, transitando en desarrollos edades y memorias.Es el caso de mi Teíto- regalo de laVida a cuatro abuelos-desde su Jardín vespertino de ampliación de noviciales introyecciones sociales y parvularias.
Está vestido de pirata, el diablillo angel. El se cree serlo y con vertiginosa imaginación alienta sus sensaciones e intelecciones.
Fue tan feliz esta tarde como lo serán sus tíos y abuelos en esta noche nostagiosa mientras danzan los ritmos inolvidables de los años 60....¡que el Club del Clan reabrió sus puertas y esperan a todos, Palito,Violeta Rivas y a Los Iracundos de Paysandú!!
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