Albañiles Arácnidos Dejan Más Coqueta la Catedral de Mercedes, Rumbo al Bicentenario de 1811, Año de la Patria.

        

                                             Angelina sin la trompeta  ->

-Volverán a las tres torres de Nuestra Señora de los Dones y de las Mercedes, los collages cupulares de mosaicos purpurados, refulgentes de soles bravíos y de lunas damasquinas a hermosear el espacio jazmíneo de la humeña ciudad y sus coqueterías, siempre niña, siempre joven, siempre madura en la sublime integración de su ubérrima beatitud trinitaria en edades y plegarias misericordiosas.
Uruguay en 2011 evocará el bicentenario de la Revolución de 1811, con sucesos testimoniales vanguardistas en Mercedes, el Grito de Asencio el 27 de febrero y toma al día siguiente de "Capilla Nueva" que había fundado en 1788 el Padre Manuel Antonio de Castro y Careaga.
Artigas instaló en aquella población veinteañera el Cuartel General de los patriotas.Y el 11 de Abril lanzó la célebre Proclama del alzamiento:-“A la empresas compatriotas que el triunfo es nuestro y tiemblen esos tiranos de haber excitado vuestro enojo”.
Ya se aprecian por los transeúntes que merodean Plaza Independencia las tareas de restauración de la catedral, ubicada en la paleo arqueológica Capilla Nueva, fundacional de la población insignia del artiguismo, cuyas cimientos están apenas bajo tierra con su diseño cuadrangular en el atrio abierto y enjardinado.
Trepando con sus miembros posteriores en complemento de habilidades manuales, más el característico juego de aparejos, correas y poleas de andinistas y otras protecciones de sogas de cáñamo, los arácnidos proletarios de la construcción, alcanzan la máxima altura catedralicia para verse en encuentro cercano con los pétreos serafines alados de la iconografía católica.
Deben espiritualizarse de afanes estéticos celestiales los angelillos con la mano firme y hábil de los albañiles, en general ganadores invictos del horror al vacío que a tantos nos inhibe de pavor hasta si se trata del ascenso a una meta que se solucione con escalerilla de inocuos cuatro petisos escalones
El Gaucho de Asencio, obra de José Luis Zorrilla de San Martín, hijo de Juan y padre de China. Parece guardián permanente de la actual Catedral de Mercedes desde su apostadero granítico en el centro mismo de la plaza. En las inmediaciones Artigas convocó al lanzamiento armado contra el régimen hispánico el 11 de abril de 1811.
Bien arriba se aprecia la acción del tiempo que ha erosionado los lustrosos mosaicos bordó de las cúpulas bizantinas.
Se está pues en esas tareas preliminares para que la Catedral Nuestra Señora de las Mercedes mantenga su magnificencia tradicional, Monumento y Patrimonio Histórico de la Nación, observador intangible de los sucesos patrios de 1811 en el corazón mismo de la revuelta campesina, conducida en su ejecutoria por Justo Correa, el gran estratega, y los paisanos Pedro Viera, Perico el Bailarín, y Venancio Benavidez, dos importantes combatientes a los que el destino luego les depararía otras peripecias de opciones muy diferentes a las que tomaron inicialmente  junto al arroyo Asencio de su gloria.