viernes, 11 de septiembre de 2009

La Conciliación Frente a la Tumba más Sagrada.

*Mario Viotti al Dr.Tabaré Vazquez:-"Reflexione Sr.Presidente".El Pte. reflexionó.




* Pedro Graña en alegato sereno. *Con su tordillo encabeza la Gran Marcha .


Una tranquila apacibili-dad reina hoy por nuestra tierra oriental en que se evoca el tenebroso 11 de setiembre de 2001, el trágico día de las ex torres gemelas de Nueva York. Es que el país de los uruguayos amaneció en su 2009, a muy poco más de un mes de las Elecciones Nacionales Legislativas y Ejecutivas, con una aguardada decisión tomada desde Presidencia de la República que permitirá reflexionar -con notorios visos cerrados de segunda lectura profunda- para que los restos del Jefe Artigas no sean trasladados de su actual mausoleo de Plaza Independencia de Montevideo, tal lo pre fijado.
Antes, la posibilidad de esa mudanza generó una ríspida división que, ahora, más vale la pena prescindir de evocar aquellas sendas y múltiples argumentaciones de los bandos emergentes que, si tenían diferencias entre sí, se identificaban no obstante en la ética de lo que consideraban mejor y más bueno. Existía la conciencia mutua que había que mantener intacta la prosapia jerárquica del Fundador de la Nacionalidad en los años germinales de ese sentimiento estructurador de una raza, elemento común e integrador a cualquier entidad socio política del mundo, aunque en el caso divergieran los procedimientos.
Dentro de las controversias, además, se deben remarcar dos hechos sobresalientes donde quizás estuvo centrado el epilogo de lo que escapò a ser una trama divisionaria entre hermanos de haberse impuesto una solución coactiva, formal o informal, devenida finalmente en una fraterna disipación de insinuadas crispaciones con solución feliz.
Desde Mercedes, y con imantación que luego fue general, se inició una Marcha Ecuestre sobre Montevideo que arribó a la capital el pasado 19 de Junio, día del natalicio de don José, para invitar a la reflexión nacional en pos de no trasladar la urna sagrada. Acompañaba la hípica caravana un manifiesto redactado con prudencia, cortesía y especialmente con el más respetuoso ajuste a los fueros que vindican verticalismos de igualdad democrática en una república organizada según el modelo representativo.
Ese día de crudo invierno, la sinfonía en gris mayor de Ruben Darío dejó las estrofas del vate de Nicaragua y se situó en el centro capitalino, cubierto de brumas, lloviznas, fríos y fatigas, intentando agredir a una multitud extasiada y protegida de emoción patria. ¡Hermoso el paisaje; esperanzadora la solemnidad del silencio persuasivo!
Si bien el acto fue colectivo como para dispersar intentos de individualismos, justicia obliga a destacar a los líderes de la iniciativa ejemplar. Tómese la del albañil Pedro Graña Castellanos. Nucleó y despertó simpatías persistentes las que con sacrificios se debían canalizar organizadamente.Y lo consiguió.
El municipal Mario Viotti, otro referente, fue a recibir a rienda mansa al Presidente de la República por la Avda Agraciada que tomò la gentileza de acercarse al trillo. Sólo le dijo al Dr. Tabaré Vázquez al momento de tomarse sus respectivas manos diestras en leal saludo de compatriotas:
-”Con el mayor de los respectos Sr.Presidente.Revise la medida,reflexione.”
Y fue esa misma palabra -“Reflexionar”- la que el Dr.Vázquez empleó en la tardecita de ayer para dejar en suspenso la decisión, al parecer con claro tono de derogación, pese a que en la misma jornada vespertina la Cámara de Diputados del Poder Legislativo , dividida y por mayoría mínima, aprobaba el traslado de los restos. Por ahora (y quizás nunca) no se contaría con la promulgación que corresponde al Ejecutivo para que en vía de Ley se viole la paz de los sepulcros. Entre tantos hechos de grandeza, una lástima que se haya producido esa desprolijidad y desencuentro entre Vázquez y sus agentes cameralistas.

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