Lo que necesitamos y Falta en los Programas de los PP.PP.
<--Aumentó el número de homicidios declaró la Ministra de Interior D.Tourné, ahora expulsa por boca sucia.
La Campaña política está alcanzando, rumbo a las elecciones Internas o Primarias y luego Nacionales, ritmos de intensidades irregulares.
Pero sobresale que el suceso es pornográfico. En primer lugar por el lenguaje que se usa. Han subvertido los orificios anatómicos y las bocas de ciertos encumbrados personajes parecen letrinas.
Verbigracia, una candidata socialista dirigiéndose ayer a la juventud de su agrupación -con pública difusión televisiva y portando el rango político de Ministra de Interior- y en sus ámbitos laborales legisladores pluripartidarios, hacen deplorable gala de común patología. Incluso plus ultra lo anterior, y dentro de tal esquema conductual, se goza individualmente por actores con los recitados programáticos, pero nadie debate en torno a ellos de frente al adversario al que se le rehuye amparados todos en la piedad que causan las mentirillas, paradigma ineludible de cualquier sistema que se exhiba democrático, preciándose de tal.
En las relaciones políticas, si no hay encuentros cercanos del tercer tipo con dos que gozan dirimiendo en el acto de la discusión de ideas- o sufren- no hay plenitud. Aquí cada cual “imagina” en su masturbación al antagonista: sin embargo no lo tiene junto a sí en la dialéctica del intercambio conceptual.
Como nadie se entera por vía de la confrontación civilizada desde un mismo espacio de discusión, se ignoran las propuestas, salvo que uno vaya a la fría lectura de los programas. Si lo hace, se encontrará que hay ítems que faltan, tan necesarios al Uruguay de hoy.
La política es el arte de llenar espacios, ausencias, de anotar lo que le falta a una comunidad con la idea de cubrirlo en un paisaje de concreciones y no de sutiles paraísos promitentes.
COSAS QUE FALTAN.- Políticas crediticias para facilitar el acceso a:
*La provisión a cada mujer expuesta a violencias domésticas de un celular para avisar que está merodeando el consuetudinario agresor, tipo macho tanguero que mata a traición y luego se va "entre aires de admiración".
*Chalecos antibalas que el Ministerio de Interior destacó que aumentaron los homicidios.
*Cascos para motocicletas y no los ahora en uso, la mayoría tan ordinarios que, al estallar, las esquirlas son más peligrosas para la vida del accidentado que el propio trauma cerebral según lo informó la Facultad de Ingeniería recogiendo informaciones médicas de neurólogos.
*Más que tapabocas contra virus mutantes de gripes chanchunas, tapaoídos para no escuchar las soeces chanchadas lingüísticas de tantos educadores sociales que monopolizan minutos caros de televisión y otros medios. Hoy, por esa razón, tuvo que renunciar la Ministra de Interior siendo sugestivamente instantánea la aceptación del Presidente de la República.
Pero sobresale que el suceso es pornográfico. En primer lugar por el lenguaje que se usa. Han subvertido los orificios anatómicos y las bocas de ciertos encumbrados personajes parecen letrinas.
Verbigracia, una candidata socialista dirigiéndose ayer a la juventud de su agrupación -con pública difusión televisiva y portando el rango político de Ministra de Interior- y en sus ámbitos laborales legisladores pluripartidarios, hacen deplorable gala de común patología. Incluso plus ultra lo anterior, y dentro de tal esquema conductual, se goza individualmente por actores con los recitados programáticos, pero nadie debate en torno a ellos de frente al adversario al que se le rehuye amparados todos en la piedad que causan las mentirillas, paradigma ineludible de cualquier sistema que se exhiba democrático, preciándose de tal.
En las relaciones políticas, si no hay encuentros cercanos del tercer tipo con dos que gozan dirimiendo en el acto de la discusión de ideas- o sufren- no hay plenitud. Aquí cada cual “imagina” en su masturbación al antagonista: sin embargo no lo tiene junto a sí en la dialéctica del intercambio conceptual.
Como nadie se entera por vía de la confrontación civilizada desde un mismo espacio de discusión, se ignoran las propuestas, salvo que uno vaya a la fría lectura de los programas. Si lo hace, se encontrará que hay ítems que faltan, tan necesarios al Uruguay de hoy.
La política es el arte de llenar espacios, ausencias, de anotar lo que le falta a una comunidad con la idea de cubrirlo en un paisaje de concreciones y no de sutiles paraísos promitentes.
COSAS QUE FALTAN.- Políticas crediticias para facilitar el acceso a:
*La provisión a cada mujer expuesta a violencias domésticas de un celular para avisar que está merodeando el consuetudinario agresor, tipo macho tanguero que mata a traición y luego se va "entre aires de admiración".
*Chalecos antibalas que el Ministerio de Interior destacó que aumentaron los homicidios.
*Cascos para motocicletas y no los ahora en uso, la mayoría tan ordinarios que, al estallar, las esquirlas son más peligrosas para la vida del accidentado que el propio trauma cerebral según lo informó la Facultad de Ingeniería recogiendo informaciones médicas de neurólogos.
*Más que tapabocas contra virus mutantes de gripes chanchunas, tapaoídos para no escuchar las soeces chanchadas lingüísticas de tantos educadores sociales que monopolizan minutos caros de televisión y otros medios. Hoy, por esa razón, tuvo que renunciar la Ministra de Interior siendo sugestivamente instantánea la aceptación del Presidente de la República.
*Zapatos con mira telescópica incorporada para la selección nacional de fútbol cuestión de no marrar frente al arco en circunstancias propicias.
*Cámaras fotográficas para los paparazzi lugareños con mecanismos que impidan fotos de la anatomía dorsal y sí sólo la ventral, pues cansó ya la visión de la analidad.
*Sistema de votación personalizado sin hojas colectivizadas pues uno quiere votar a fulano y le meten a mengano como hace el carnicero trucho con el hueso contrabandeado en la pulpa.
*Cámaras fotográficas para los paparazzi lugareños con mecanismos que impidan fotos de la anatomía dorsal y sí sólo la ventral, pues cansó ya la visión de la analidad.
*Sistema de votación personalizado sin hojas colectivizadas pues uno quiere votar a fulano y le meten a mengano como hace el carnicero trucho con el hueso contrabandeado en la pulpa.
* Guantes de boxeo para protegerlos de algún exceso a los cameralistas uruguayos en sus riñas legislativas,"representantes"del pueblo que los votó, pues dañan menos que el puño libre, ante la eventualidad de algún nocaut, diseño similar al que usa Chris Namús o antiguamente el campeón Dogomar Martínez.
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