Dicen que se haya en La Haya.

Ay Simón,tal lo dijiste:"He arado en la mar".Tu "Gran Colombia" sigue despedazada y en el precariato de la paz armada.

En el reciente conflicto siglo XXI de la decimonona ex “Gran Colombia” bolivariana, que alguna vez llegaron a integrar Ecuador, Colombia y Venezuela, el resultado fue felicísimo.Un No a la guerra. La reunión en República Dominicana y su Cumbre de Río de Enero bien valió una misa. Quedaron detrás,sin irse,las complejidades del asunto, constituido por múltiples actores portadores de heterogéneas variables a defender y flexibilizar. Los hechos, crueles y sencillos, así se concatenaron: Colombia atacó territorio selvático fronterizo sobre jurisdicción del Ecuador, ocupado por las FARC colombianas, cincuentenario grupo subversivo. Ecuador protestó y Venezuela movilizó tropas aero-terrestres en solidaridad con Ecuador sobre su frontera colombina. La guerra se olfateaba como el azufre a la pólvora en el paisaje más concurrido del narcotráfico internacional e interminables lagos de gases y petróleos subterráneos. Toda América meridional -rico y hambriento continente transformado hoy en un arsenal- pidió calma a los tambores para que se fumara la pipa. Hubo que conciliar en la emergencia el aquelárrico amasijo, tarea asaz complicada que nos quedó la sorpresa que sólo obstaron 7 horas para arribar al abrazo pacífico en la sede de la isla caribeña. ¡Cúantos cambios y marchas atrás se habrán dado al maniobrarse en el cercano precipicio!
¡Viva la Paz!...pero las variables y los intereses siguen vivitos y coleando pese a la hibernación decretada por estas idus de marzo.
Nosotros en cambio, el Uruguay, hace dos años estamos siendo sometidos a verdaderas agresiones bélicas desde nuestro occidente medio, y el “Derecho Internacional” sigue en hibernación en la consideración acéfala de orondos organismos, incluidos la Cumbre de Río de Enero, Mercosur, Oea y ONU. ¡Cúan pequeño somos!...que la Justicia se haya en La Haya…dicen.