- La Verdad Maltrecha-
La Verdad caminaba segura por delante,
fresco cortejo solar el suyo de aires puros
en las matinales horas del deleite campante,
horizontes sin pétreas murallas ni muros.
La veracidad purificaba gozosos los sentidos,
la armonía musical vibraba entre pibes mansos,
sinfonía pedestre y centrífuga de cantos amigos
plácida estampa del caudal de azulinos remansos .
De pronto la Ira se enrojece. Satán mete tenaz su cola:
la hiriente punzada despierta pérfida a una colérica vez
el agobio de la Ambición y del Poder, su cínica doblez.
Protestaron sombríos los hieráticos hombres de toga
emitiendo desde anaqueles preceptos y el nuevo derecho.
El beatífico paisaje, desconcertado, quedó asaz maltrecho.
***
Pretensión de señalar la falta de estabilidad en las humanas conductas.Tan versátiles, veleidosas y sujetas a la naturaleza de los vientos que mueven las veletas de la vida.Y también me preocupaignorar cuáles son las hondas razones que producen la trama.Ojala pueda, aún, acercarme para poder saberlo al manantial de la sabiduría.
fresco cortejo solar el suyo de aires puros
en las matinales horas del deleite campante,
horizontes sin pétreas murallas ni muros.
La veracidad purificaba gozosos los sentidos,
la armonía musical vibraba entre pibes mansos,
sinfonía pedestre y centrífuga de cantos amigos
plácida estampa del caudal de azulinos remansos .
De pronto la Ira se enrojece. Satán mete tenaz su cola:
la hiriente punzada despierta pérfida a una colérica vez
el agobio de la Ambición y del Poder, su cínica doblez.
Protestaron sombríos los hieráticos hombres de toga
emitiendo desde anaqueles preceptos y el nuevo derecho.
El beatífico paisaje, desconcertado, quedó asaz maltrecho.
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Pretensión de señalar la falta de estabilidad en las humanas conductas.Tan versátiles, veleidosas y sujetas a la naturaleza de los vientos que mueven las veletas de la vida.Y también me preocupaignorar cuáles son las hondas razones que producen la trama.Ojala pueda, aún, acercarme para poder saberlo al manantial de la sabiduría.
1 comentario:
Las eternas preuntas, querido Alfredo, y muy hermosamente planteadas. Ganial. Un abrazo.
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