viernes, 12 de noviembre de 2021

-El Desdentado Ladrón-

Fue al comienzo del penúltimo mes

en el concurrido barrio medicato de la Española,

protocolos de rutina de los viejos otra vez,

gastar en terapeúticos remedios de última ola.


Uno más soy de esos pedestres ancianos

por la declinante bajada desde Bulevar y Rivera

los bálsamos ya vademecum en las manos,

lento mi caminar, bien por la umbría vereda.


Paisaje a la altura del Liceo de los Domínicos

-“Cánidos que aman al Señor”-

vino traidor el golpe, empellón de borricos,

rodando yo por el suelo con sumo y agudo dolor.


El solitario joven “beach come” se llevó

documentos, mi dinero y analgésicos ungüentos;

y en acto sorpresivo el desdentado ladrón

devolvió a mi piedad los caros medicamentos.


Luego solidaridad inmediata de los atentos vecinos

recuperándome veloces en ayuda la perdida verticalidad,

muy traumatizado el sensible hipocondrio costal,

y otros sanguíneos magullones en esta pre Navidad.


No oraré mañana al fácil favor de amar al prójimo

siendo primera precedencia, que ese mandato sea por mi

si como presumo viene próxima rapiña, baleo en racimo…

sin considerar ya de antemano... si el pichi ¡es adulto o gurí!



***



La Vida te propone hechos y situaciones que tienen la añadidura de ofrecerte revisiones a posturas que concebías firmes y estancas.

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