-Seguir Viviendo con Ahincos-
En este mes de octubre del probatorio año 2020,la Intendencia Municipal de Montevideo está entregado los Libros adjudicados -nueve volúmenes-a los Adultos Mayores que participaron en el 10mo.Concuros de Cuentos puesto bajo la advocación inspirativa de "Carros, carruajes y ruedas en la Ciudad".
Este año de la Pandemia C-19 no permitiò la nueva ediciòn del certamen literario -hubiese sido su undècima ocasiòn- y se procede por estos dìas a cumplir con el suceso de 2019 cuando ya en el diciembre anterior se supo de quienes integraban, por la aceptacion y consiguiente impresiòn de sus trabajos, la inclusiòn en un Libro testimonial y cooperativo del cual, a cada escribiente, se le acercò solo un ejemplar de los diez asignados .Ahora se completa la totalidad del compromiso de las Bases.
En la oportunidad de la proclamaciòn,fines entonces del año anterior, en la sede de la Intendencia de Montevideo se hizo una emotiva cermonia de premiaciòn y fiesta posterior entre los gerontes y público asistente que solidificò la unidad etaria de estos numerosos adultos mayores que aún siguen inspirados en el hacer espirtual, en el caso, promover acciones literarias. Claro, de mayor o menor valor estilìstico, aunque todas respondiedo a un ideal de seguir viviendo con ahincos.¡Y vale! Integro esa cofradìa de ancianos y he aquì ,el comienzo de mi trabajo: "-En lo personal, procuré vía de un "narrador", marcar las metamorfosis de las ruedas según sus usos como medios de diversos transportes, tranvías, omnibuses, trolleys y hasta carros del reparto lechero. Sin olvidar la versatilidad de la rueda, capaz de ser uso industrial como pieza de molienda granífera, juguetona de los vientos proporcionando electricidad o, aun, un carrusel para la diversión de la gente menuda. Incluso en sus retornos circulantes a un mismo punto, su carga metafísica como recordatorio de los eternos retornos nietzscheanos con los cuales cierro, en pretendido golpe de efecto, el cuento que te cuento… El titulo y sus primeros momentos narrativos :
-Tilín! Tilin! Desde el Centro y el Cordón por Los Pocitos y Malvín.- -Después de un fatigoso sueño nocturnal, sonoro y deliciosos despertar inundó mi duermevela matinal:¡Tilín!...tilín!...repicaba la campanilla del tranvía que, lanzándose por la calle Rodó, tomaba rumbo a la de Blanes y accedía veloz cuesta abajo hacia Playa Ramírez. Mientras el ahíto vehículo se alejaba veloz del Cordón sur montevideano, a su turno, un coro de niños compañeros, con blanca y azul escolaridad, se dirigía al colegio barrial entonando la rondalla feliz. -“A la rueda rueda de pan y canela / dame un vintén que me voy pa’la escuela/. Vino la maestra y me dio un coscorrón…”- Se vivía la alegría colectiva del maracanazo del 50 en uno de los últimos alegatos de euforias mayores que registraba la nación. Las vías aceradas marcaban con testimonios ferrosos el aparato circulatorio de la ciudad y su ampliación de movilidad………………………………………………………………………………………………………………………………………"
En la oportunidad de la proclamaciòn,fines entonces del año anterior, en la sede de la Intendencia de Montevideo se hizo una emotiva cermonia de premiaciòn y fiesta posterior entre los gerontes y público asistente que solidificò la unidad etaria de estos numerosos adultos mayores que aún siguen inspirados en el hacer espirtual, en el caso, promover acciones literarias. Claro, de mayor o menor valor estilìstico, aunque todas respondiedo a un ideal de seguir viviendo con ahincos.¡Y vale! Integro esa cofradìa de ancianos y he aquì ,el comienzo de mi trabajo: "-En lo personal, procuré vía de un "narrador", marcar las metamorfosis de las ruedas según sus usos como medios de diversos transportes, tranvías, omnibuses, trolleys y hasta carros del reparto lechero. Sin olvidar la versatilidad de la rueda, capaz de ser uso industrial como pieza de molienda granífera, juguetona de los vientos proporcionando electricidad o, aun, un carrusel para la diversión de la gente menuda. Incluso en sus retornos circulantes a un mismo punto, su carga metafísica como recordatorio de los eternos retornos nietzscheanos con los cuales cierro, en pretendido golpe de efecto, el cuento que te cuento… El titulo y sus primeros momentos narrativos :
-Tilín! Tilin! Desde el Centro y el Cordón por Los Pocitos y Malvín.- -Después de un fatigoso sueño nocturnal, sonoro y deliciosos despertar inundó mi duermevela matinal:¡Tilín!...tilín!...repicaba la campanilla del tranvía que, lanzándose por la calle Rodó, tomaba rumbo a la de Blanes y accedía veloz cuesta abajo hacia Playa Ramírez. Mientras el ahíto vehículo se alejaba veloz del Cordón sur montevideano, a su turno, un coro de niños compañeros, con blanca y azul escolaridad, se dirigía al colegio barrial entonando la rondalla feliz. -“A la rueda rueda de pan y canela / dame un vintén que me voy pa’la escuela/. Vino la maestra y me dio un coscorrón…”- Se vivía la alegría colectiva del maracanazo del 50 en uno de los últimos alegatos de euforias mayores que registraba la nación. Las vías aceradas marcaban con testimonios ferrosos el aparato circulatorio de la ciudad y su ampliación de movilidad………………………………………………………………………………………………………………………………………"
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