Papá Noel, Santa Claus, alguna caravana de camellos de Oriente que adelantó el viaje... o no sé quién, dejó en el arbol navideño un regalo para Teíto, la casaca del Liverpool de Inglterrra, tierra de Los Beatles de la humanidad,que lucía el No.7, la que hoy es titularato goleador del salteño nacional Lucho Suaréz. Luisito es el pibe grande que juega con los negritos sudafricanos en rasgos de amor universal de la confraternidad entre espiritus nobles tocdos por grandezas.Ese valor amoroso hay que enseñarlo.
Y una forma de aprestamiento puede ser la de lucir la casaquilla del ariete de la selección celeste en estas fiestas de tanta profundidad familiar.Que lo demás vendrá por añadidura.
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