viernes, 6 de marzo de 2015

¿La Declinación de los Heroísmos?



Ayer al acercarme al Parque Batlle de la capital para llevar a su primer dia de clase a mi nietita, mientras aguardaba la temprana salida de la pequeña, me cobijé en una plazuela umbría conformada ente las calles Avda. Soca,Brito del Pino y Feliciano Rodríguez y otra que no retuve su nombre . De repente veo el indicador del nomenclator:Gustavo Volpe. Y todo un mundo de recuerdos, antiguos recuerdos en regresión, vienen frescos y tocantes a mi.El 21 de diciembre de 1954 - tenía yo entonces 11 años- todo el Uruguay se conmovió misericordemente ante la muerte por una puñalada del joven deportista campeòn de atletismo y virtual medalla de oro de la Facultad de Medicina de 22 años. Le faltaba a Volpe un año para obtener su titulo. Había nacido el 20 de febrero de 1932 en Montevideo.
En un ómnibus que corría por la calle Sierra ( hoy Fdez.Crespo) cerca de la 9 de Abril, un punguista se quedaba con la billetera de un ciudadano de ascendencia polaca.Al darse cuenta el daminificado lo corrió junto a Gustavo cuando el delincuente de 21 años descendió céleremente tras consumar el hurto. Gustavo acompañó por la calles del lugar al desesperado laburante a pura solidaridad. Le dieron captura, pero sin darse cuenta que tenia un cómplice que le hundió la feroz cuchillada en el corazòn al brillante estudiante , muchacho adornado con otras virtudes de fraternidades luminosas. LLegó malherido, pero falleció en el centro asistencial.Sus exequias resultaron multitudinarias y una pena enorme corrió por el pais con lacrimógeno dolor.Dos jóvenes, uno asesino, el otro una esperanza frustrada por la muerte....y el debate consiguiente sobre la violencia juvenil , sus razones de fondo y sus casuísticas .

La familia promovió la creación de un Movimiento trocando dolor en fe para ayudar a la juventud de riesgo, el que aun persiste, quizás sin los efluvios de sus primeras décadas y con formato de ONG, imbuido originariamente por el dramatismo heroico que marcó su génesis.
* Hoy la violencia, tan despiadada ayer como en nuestros días vigentes , de repente con guarismos altísimos -sesenta muertos en dos meses- y tan irracional todavía por más que hayan atenuantes explicaciones psico sociológicas desde diversas vetas de confiabilidad o de irresponsabilidad cognitivas, lastima duramente la civilidad pacífica de los uruguayos.Salir a la calle es saber que alguien no va a volver...
* El gesto de Gustavo fue el de un valiente en singular, formado en los valores de la familia y de la propia sociedad nacional que recogía entonces axiologias venturosas.Pero eran advertencias primiciales ...de tiempos procelosos en advientos crueles..
* ¡Qué llegaron! Obvio: No queremos martirologios como el de Gustavo. Pero algo hay que hacer a partir de quienes tienen las responsabilidades más directas en el control y seguridad frente a las sumatorias de las hecatombes cotidianas.




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