Causa escozor Republicano el Corset que ata a Presidencia y Oposición por Estamentos sin Legitimidad al no Emanar del pronuciamiento Real y Formal de la Soberanía, expresa cuando ejerció la Democracia Directa.

Causa escozor republicano constatar cómo el presidente Mujica perdió ingerencia gubernamental ante la burocracia de su propio Partido y de los gremios concatenados a la gestión partidaria.Fue en el asunto del encuentro con la Oposición para ver si salvan al Titanic de la Educación.Y uno recuerda a otros dos ex presidentes cuando dijeron dos monstruosos expresiones calamitosas en una democracia:


Lacalle: " Los gremios hacen como que trabajan y yo hago como que les pago".

Sanguinetti:"Jamas he perdido una huelga contra los gremios".

Ahora, en función de la actual interdicción que desgravita al Presidente en la toma de resoluciones , o de gestionar nuevos rumbos para salvar a la Educación, imposibilitado el anciano pobre hombre con arnés inmovilizante desde el corset de los verdaderos amos, que no le responden en sujeción de legitimidad delegada por la soberanía, uno repiensa ya con otro sentido sobre las monstruosas afirmaciones pretéritas de Lacalle y de Sanguinetti -cuando Presidentes eran- con mayor condescendencia de expiación.

Por lo menos aquellos dos políticos tenían cierta capacidad de manejar el mando Ejecutivo, ahora asumido por quienes no proceden del pronunciamiento popular pero que, sin embargo, detentan -no ostentan que es otra cosa muy distinta- el poder político real y concreto.

Asi no funciona una república, ¡ ninguna ! ni menos la nuestra de rica tradición sobre el peso e influencia directriz de las jerarquías y competencias contitucionales.Ni con los mandantes de ayer; ni con los de hoy.Los malos frutos así lo indicaron y lo indican.Por esos los padecimientos nacionales en funciones tan caras a la vida comunitaria, sea el caso de la educación....como  en otras plataformas públicas, producen escalofríos.También muertos cerebrales por epistemes que abandonan la mente de los jóvenes: por vidas que se acallan en las calles, concluidas por delincuentes asesinos; y por estados de bienestar fugados en lo corporal ante los dramas de la Salud pública.