Vive en estos días nuestro Uruguay las convulsiones generadas por un estado de sequía, de las mas grandes de su historia país que en sus consecuencias nefastas se abre como un gigante abanico de diversos colores que perjudica las actividades productivas con riesgos incluidos para la propia salud de la población humana por efectos de la salinización y la eutroficación del líquido vital.
Se contaba desde el gobierno con la información de que el suceso advendría con inocua extensión noticiosa a la población común. No obstante el anuncio, la desidia se impuso sobre la toma de precauciones referida a promover necesarios trabajos y proyectos mas amplios con destino a reservas de aguas potables, actuales y futuras.
En un balance se confíó más en el hecho aleatorio de que llueva intensamente para recuperar caudales y cuencas abastecedoras de aguas aptas para el consumo – sobre todo en la zona metropolitana- y rezagar así la toma de medidas preventivas hacia nuevas posibilidades reales que el fenómeno se reitere en ciclos próximos y reiterados. Muy viable esa prospectiva.
Vivimos tiempos difíciles donde la responsabilidad debe generar respuestas inmediatas y cargadas de enjundias contundentes.
-UN TSUNAMI DENTRO DE UN LAPSO DE 50 AÑOS-
Tengo relativa certeza, certeza al fin, que el Ministerio de Defensa de nuestro país tiene entre los archivos de su eventual “Libro Blanco” que, en un lapso de medio siglo, un Tsunami llegará a nuestra costas. Y si se dan ciertos sucesos anexos, previsibles, las aguas no quedarán contenidas en la costa platense y oceánica, sino que desbordarán en altura y ocuparán la llanura platense donde vive las más importante concentración urbana de uruguayos, más de la mitad de la población.
Ocurre que la altura del mar y estuario del Plata, cargado con volúmenes mayores a la normal por la acción de algún factor –
tal puede ser el tsunami- rebasaría la costa escudo actual y las aguas derramarían sobre las tierras bajas de Canelones, Montevideo, etcétera. Un drama.
Siempre se nos enseñó desde la Escuela que el Uruguay era una nación divinizada
“ por la sonrisa de Dios”, sin portar castigos comunes en otros pueblos con sus vientos, sismos, falta de aguas,etc. También que no es tierra de Tsunamis. Pero...
El 14 de enero de 1884 a las 07.30.a.m en un día y amanecer que se presentaba hermoso, una ola gigantesca inundó la costa del barrio Sur llevándose a dos personas. Un Tsunami! Procedía desde la zona del Atlántico patagónico a raíz de un terremoto acaecido en el lugar que impulsó la expansión de la ola.
Los terremotos se deben a la conjunción dinámica de placas tectónicas de naturaleza geológica que se movilizan y la presión enorme se libera alcanzando desde lo profundo la superficie planetaria.
Los Tsunamis son temibles por su ola de escasa altura de onda, pero de gran longitud, que se abre en diversas direcciones con velocidades que superan los 700 quilómetros en la hora provocando, al arribo a costas civilizadas, devastadoras destrucciones.
Muchos países del mundo se han nucleado y producto de estudios compartidos que crecen y crecen con nuevas investigaciones, han creado una herramienta con pretensiones previsoras, aunque en estos casos no siempre la Naturaleza adelanta que ha sacado su dañina farinera.
-THINK HAZARD-
Think Hazard es entonces una herramienta que acumula experiencias, registra sucesos catastróficos, obsrva c0n atención el mundo planetario y divulga lo suyo entre quienes se interesn por sus trabajos. Uno de los más significativo es anunciar las probabilidades de un Tsunami en cualquier lugar de La Tierra y, en ese sentido establece tres niveles de riesgos y de tiempos probables:
Uruguay está en un nivel Medio con sus 10% de ocurrencia del fenómeno y dentro de un lapso de acero de 50 años.
Think Hazard no está en condiciones de evitar que el Tsunami se produzca por la magnitud de fuerzas naturales incontrolables, aunque previene a las poblaciones del peligro en que se hallarán si no toman medidas estratégicas.
No será lo mismo estar veraneando en Punta del Este ante la voz de alerta por un Tsunami que, por ejmplo, en Termas del Daymán, allá por Salto.
En SINTESIS:
ESTAMOS AMENAZADOS EN RIESGO MEDIO DEL 10% DE QUE ARRIBE A NUESTRAS COSTAS UN TSUNAMI.Seguramente desde la Patagonia…Tierra del Fuego…Las Malvinas…y ello ocurriría entre los próximos cincuenta años.
Si por alguna circunstancia sumatoria las aguas llegan a la costa uruguaya y rebasan la contención de la Plataforma y Talud Continental , tras los mismos hay un pozo llano donde el Hombre creó su geografía Física Institucional con,pongamos, Maldonado….Montevideo…Canelones …Colonia… a la que habrá que proteger.
Ya se sabía que se venía la sequía de hoy, y nos cruzamos de brazos expectantes y confiados en
“el buen Dios”, que no pasó por el Santa Lucía. Y sabemos que probabilísticamente vendrán cercanamente otras. Hay que tomar racionales previsiones.
El Ministerio de Defensa seguramente posee toda esta información. Yo, como ciudadano, cumplo con la ley Nª18.650.
Parar ahondar en informaciones sobre el eventual Tsunami se puede recurrir a Think Hazard que tiene una de sus sedes operativas mas intensas en la Ciudad del Vaticano con su correspondiente link.
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