martes, 19 de septiembre de 2017

WATERLOO:Cuando hay que elegir entre alternativas riesgosas.

La Batalla de Waterloo decidió a comienzos del siglo XIX (1815) si Francia o Inglaterra serían la gran potencia mundial.Ganaron los ingleses de Wellington a Napoleón.
Cuenta Stefan .Zweig en su "Momentos Estelares de la Humanidad" que la táctica de Bonaparte consistía en que no se agrupasen contingentes anexos de apoyo a las fuerzas del inglés y confío el bloqueo de cierre externo a un veterano General.Le interesaba el mano a mano , ingleses contra franceses.No otros pues sus fuerzas eran numéricamente inferiores y él confiaba en la superioridad de su táctica.. Los auxilios procedentes del Este pro ingleses se escabulleron y se integraron a la Gran Batalla.El General que debía cumplir las órdenes de Napoleón dudó. Vio a la distancia los resplandores del combate, de un gran combate de fuerzas multitudinarias. y se planteó si cumplía a ultranza la orden de su jefe o seguía el sentido común yendo a auxilarlo en la super lid, desobedeciendo así en alta medida el cumplimiento de su misión vigilante. Ganó Wellington en Waterloo e Inglaterra dominó el mundo hasta la Primera Guerra Mundial ( 1918).
Algunos estudiosos de Paremiología especulan que si Napoleón hubiese contado con ese ejército paralizando buscando un cuerpo castrense fantasma, que ya se había filtrado, hubiese salido airoso.
Pero aquí el asunto reflexivo es determinar cuántas veces nos encontramos con dilemas de ese tipo. Cumplir por "obediencia debida" o aplicar la "desobediencia del sentido común ".Hay riesgos en los dos casos.No me gustaría enfrentarme a situación análoga.

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