jueves, 30 de octubre de 2008

Aquellos Juegos....estos Juegos calabaceños.



Mañana es 31 de octubre.
A partir del hemisferio norteño llega cada vez con mayor fuerza e impregnación, la juguetona historia de brujas negras y mascarones .
Halloween la llaman. Tiene divertido sabor a miedo.
¿Lo festejaré?
Yo no... a los 60 y pico no estoy para calzarme calabazas, vestido de brujo y pidiendo caramelos, que sin el zapallo puesto ya lo soy,arrugado y cabezón...y algo azucaradito, por la acechante diabetes.
Mi nieto, quizás sí, porque hace rato que advino el festejo celtíbero al Uruguay, fomentado por escuelas de filos foráneos y aún nacionales y públicas y la servicial cadena comercial. Sucede sobre la muerte anunciada de los "Judas y Fogatas de San Juan", el palo enjabonado, el trompo, las bolitas, las pandorgas, la mancha agachada, la escondida, el andador, la caza nocturna de tulipanes y matutina de mariposas, el fútbol, la arrimadita, la gata parida,la pesca de mojarritas, la carrera de sortijas, las carreras de embolsados, la colección de figuritas, los "covoy", la honda, la rayuela, saltar la cuerda, cruzar a nado el río Negro, y el ingenuo ludismo del desarrollo sexual que ahora apresura etapas.
No juzgo los cambios. Los miro congelado, comprensivo y aterido. De repente triste...
Sustituyen estas cepas nuevas, nuestras resecas pasas de uva, aún dulces como para despertarnos fantasiosamente la lírica emoción de las nostalgias.
Ojalá que mi nietito Teodorico experimente los deleites que míos fueron en aquella infantil sencillez aldeana de mi Mercedes querida.
No tengo por qué creer que no será igual la flor nueva de romances viejos ...mientras en los nidos de antaño hayan pájaros hogaño.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Don Alfredo: seguramente no me reconocerá, pero vaya a modo de presentación que fuí compañero en el liceo de la mayor de sus hijas. Ahora me encuentro radicado en la ciudad de Salto, luego de haber estudiado derecho y actualmente ejerciendo la profesión de abogado. Durante mi niñez en Mercedes solía escucharlo en la radio y verlo en los pasillos de mi querido liceo Jose María Campos.
Le cuento que todavía quedan cultores de los juegos que usted rememora, aunque no sin nostalgia comprobamos que cuando nuestros hijos nos acercan a los suyos (play station, games, etc.) tratar de que remonten una pandorga resulta díficil y terminamos enfrascados en una batalla virtual donde internautas de cualquier parte del planeta nos apuntan.
Extraño la bolita en la derecha y la taza con gofio en la zurda, la troya, el salir a cazar por la vía y tirar al riel para que salga chispa. El "jugar a la pelota" en la cancha de Nacional y que "no se vaya pa' la ladriyera". El "no toquen nada" de mi madre cuando ibamos de visita, otra costumbre que se ha ido perdiendo. La escondida, cazar mariposas cantando "mariposas pelotón", se acuerda. No soy tan viejo, pero me eduque - a veces creo- con otros maestros. No quiero aburrirlo, le mando un saludo grande desde el Salto Oriental de Quiroga y tantos otros. Alejandro Sosa
P.D. algunos de los juegos (he podido comprobar) se les denomina de diferente manera en otros lares. Ej. a la escondida, acá se le conoce como "la topa", y a la vuelta de carnero, le dicen vuelta de cambota. Un saludo al Coovianalpa.

Alfredo Saez Santos (Charo) dijo...

Estimado Alejandro:
Si no tengo alguna confusión(probable) creo recordarte alto, rubio y buen compañero.
Me alegro que hayas cumplido importantes objetivos de vida.Mercedita,mi hija, va desarrollando los suyos en análogo paralelismo con los vuestros.Desde el 05 de setiembre anterior es mamá y me dio el primer nieto.Es ingeniera y está radicada en Montevideo.
Al parecer tenemos la misma sensibilidad para ciertos sucesos, en el caso las nostalgias lúdicas.
Un fuerte abrazo.
Alfredo Saez,Charo.