jueves, 2 de diciembre de 2021

-La Llamarada-

Llamaradas rojo bermellón, vistas lejanas en el ocaso

de aquel tinto y azabache horizonte, no más rectilíneo,

en medio de la brusquedad de los mecánicos motores

y esas frituras cascabelinas del infernal foco ígneo.


El fuego estival y algunas torpes estratégicas barrenas

destacan la lucha por asir las coníferas colinas de allá,

transversales de una desafinada sinfonía de sonoras sirenas,

ruta pirómana hacia el ardiente y tenebroso Montserrat.


Los aviones cisternas descargan sus acuáticos vientres,

los Bomberos desde tierra lanzan potentes chorros tupidos


y clama súplica al viento la luna misericorde ¡”No entres”!

que imperan las furias del iracundo azote a paisajes abolidos.


De repente, cadenas de oración y benditas lluvias fortuitas

atemperan aeróbicas y decisorias las intensas furias vulcánicas

y otra vez el agua zodiacal vence al fuego de las fogosas cuitas,

antiguo y apocalíptico desafío de misteriosas tendencias satánicas.


Ya vuelven exhaustos y tostados a cuarteles los hombres

tras lid de aleatorios testimonios, tórridos de fortalezas,

arduo resumen del caliente manto de cenizas sin nombres:

que el célere tiempo fertilizará nuevas, benéficas malezas.



***


Tentación descriptiva de un fenómeno natural de aullante fuerza destructiva....que al final de cuentas retonifica la naturaleza que, cada tanto necesita, de estos graves sucesos.

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